¿Qué es el Impuesto sobre el Valor Añadido?
Descubre cómo funciona el IVA y qué tienes que tener en cuenta para calcular lo que te corresponde pagar de IVA
IVA son las siglas de Impuesto sobre el Valor Añadido. Si tienes un comercio electrónico o estás pensando en tenerlo, es bueno que sepas el significado del IVA.
En breve
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un impuesto que se añade al precio de los bienes y servicios en muchos países del mundo. El impuesto suele ser un porcentaje del precio total y lo paga el consumidor cuando compra un artículo.
Por ejemplo, cuando compras un producto o servicio en una tienda, digamos que por 10 euros, el 79 % de esa cantidad se la queda el propietario, ya que el resto, el 21 %, es para al gobierno. En España hay tres tipos de IVA: IVA general (21%), IVA reducido (10%) e IVA superreducido (4%). El IVA general es el tipo impositivo más común.
Por lo tanto, si tienes una tienda online y quieres vender productos o servicios en Internet, tendrás que fijar el precio de tus productos y/o servicios de acuerdo con la tasa de IVA correspondiente. Así, al calcular tus precios de venta, debes tener en cuenta el impuesto sobre el valor añadido.
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¿Cómo funciona el IVA?
Puedes recuperar parte del IVA si observas el ciclo de vida de tu producto.
A continuación te ofrecemos un ejemplo del ciclo de vida de un producto y de cómo funciona el IVA en este caso.
Imagina que tienes una hermosa casa con un gran terreno y un hermoso jardín lleno de orquídeas. Decides vender tus flores a alguien que tiene una floristería. Esta persona te compra las flores porque quiere, a su vez, venderlas a sus clientes.
En este ejemplo, supongamos que vendes las orquídeas procedentes de tu terreno y tu jardín, y que no has gastado nada para que las flores crezcan. Decides venderlas a 1 € y le sumas el 21 % de IVA, lo que da como resultado 1,21 €. Esto significa que vendes cada orquídea al dueño de la floristería por 1,21 €. El dueño de la floristería luego las vende a 5 € cada una (4,13 € por la flor y 0,87 € corresponderían al IVA general).
Así las cosas, ¿cómo puedes recuperar el impuesto sobre el valor añadido?
Solo debes pagar la cantidad de IVA que hayas sumado a tus productos menos lo que hayas pagado de IVA en el ciclo de vida del producto, para no pagar el doble. En nuestro ejemplo, esto implica que el propietario de la floristería solo debería pagar a Hacienda 0,66 € en concepto de IVA y no 0,87 €. Esto es, los 0,87 € que cobró al cliente cuando le vendió tu orquídea, menos los 0,21 € que te pagó a ti cuando te la compró.
Deberías pedir una factura cuando compres productos y/o servicios que luego te puedas desgravar en tu declaración de IVA, ya que en esta se desglosa el IVA que has pagado por ese producto o servicio.
Continuando con nuestro ejemplo y para hacerlo aún más específico, imagina que el dueño de la floristería vende tus orquídeas a un organizador de eventos a 5 €, como hemos dicho anteriormente. Posteriormente, el organizador de eventos cobra a sus clientes 12 € por cada orquídea que ha preparado para el evento. 9,92 € del precio corresponderían a cada flor propiamente dicha, y 2,08 € al IVA. Cuando llegue el momento de pagar a Hacienda, el organizador de eventos solo pagará 1,21 € en concepto de IVA, porque ya ha pagado 0,87 € al propietario de la floristería.
Cómo puedes trabajar con el IVA
Ahora que sabes lo que es el IVA y cómo funciona, tienes que hacer que funcione a tu favor. Lo más importante es añadir siempre el impuesto sobre el valor añadido a todos tus productos y servicios. También es importante recordar que actualmente el tipo general es del 21% en España, pero asegúrate de estar al día con los posibles cambios. Por último, lleva la cuenta de todo lo que has comprado para poder hacer el producto que tienes a la venta, así como todos los gastos en los que has incurrido para poder realizar el servicio que prestas. De esta forma, cuando llegue el momento de pagar a Hacienda, podrás calcular todo lo que has pagado en concepto de IVA y solo pagarás el IVA que te corresponde.
Advertencia: mantente siempre al día sobre el tipo de IVA que se aplica a tus productos en tu país, a tu sector, etc.